Saturday, November 25, 2006

continuación Track 1


... Como no soy estúpida, tuve que realizar algunos cambios en mi apariencia tanto para estudiar como para trabajar. En mi primer lugar, durante el día soy Antonia, pero en la noche me llamo Amaranta. Me pareció que era un nombre entretenido y misterioso y que juega mucho con la personalidad que desenvuelvo en el rubro sexual. Por otro lado, mi apariencia también tuvo un cambio, y es que uso una máscara con mis clientes a fin de evitar encuentros desafortunados con algún conocido, porque obviamente quiero seguir teniendo la imagen de chica buena del campo.


Los cambios siempre son para bien, bueno, eso dicen. Estoy tranquila porque tengo todo lo que quiero aunque mis ambiciones por más persisten y crecen día a día. Pero como todo no es felicidad... también sacrifiqué muchas cosas. Sé que pensar en tener pareja o familia es un proyecto que no va conmigo. Algún día, dejaré este oficio y con mi título bajo el brazo empezaré una nueva vida, pero mi pasado siempre va a estar ahí, me perseguirá por siempre y no lo podré evitar. Ante eso... ¿Qué hombre querría tener un futuro junto a una puta?


Es miércoles y tengo certamen de álgebra. Me las arreglé en cuanto a los horarios para dormir, a fin de estudiar con tranquilidad. No tengo dudas de que me irá bien, pero el cansancio se me nota. De cualquier manera me levanté temprano y fui a la bliblioteca de la universidad. Para variar, las salas de estudio estaban llenas. Buscando y buscando, encontré por fin un puesto vacío junto a un tipo.


Me acerqué y con mis encantos le pregunté:


- Disculpa... ¿Está ocupado ése asiento?

- No, ocúpalo no más - contestó, mirándome con indiferencia.


Me molestó. Y es que nadie me había mirado de ésa forma, como si no fuera nadie. Aunque... hay que reconocerlo, es bastante guapo. Rubio, ojos color miel, labios gruesos y una mirada tierna y a la vez profunda. Me senté junto a él y así pasaron las eternas horas. Cuando decidí descansar un rato, dejé que mi frente se apoyase en la mesa y un suspiro salió de mí como tratando de sacarme todo el peso de encima. En ése momento, el tipo se levantó apurado y tomando sus cosas, salió disparado de la sala. Me imagino que estaba atrasado, porque entre tanto apuro se le cayó un cuaderno. Traté de avisarle de su descuido, pero algo en mí me lo impidió... algo que hasta hoy no logro explicar.


Recogí el cuaderno del suelo y lo abrí, para encontrar algún dato del tipo. No decía nada que me ayudara a devolverlo, pero unas letras grandes me llamaron la atención y que decían: "Bitácora de una ermitaña". Lo encontré curioso, pero lo que me impactó fueron las líneas que continuaban: "Mi pasado siempre va a estar ahí, persiguiéndome y no lo podré evitar".


¡Era lo que yo pensaba! Un escalofrío me hizo temblar de pies a cabeza. Sentí una curiosidad inmensa por averiguar de qué se trataba todo esto, porque, si la chica que escribió esto pensaba de ésa manera, es porque quizás también tiene algo que ocultar o, tal vez, algo que nunca pordrá borrar...


Continuará...

Friday, November 17, 2006

Track 1

"Váyanse todos a la mierda" fue lo que pensé mientras me sentaba en el viejo asiento del bus. No estoy para sermones, ni mandamientos morales acerca de la vida humilde, sencilla. No reniego de mi pasado ni del oficio de mi familia, porque sé que gracias a ellos ahora puedo estar dando éste paso tan importante. Pero no aguanto que la humildad se confunda con el conformismo de nuestro nivel socioeconómico. Soy mucho más que una mujer de veintidós años proveniente de una familia de campesinos. Siempre tuve que conformarme con lo poco y nada que teníamos, viendo cómo nuestros patrones llegaban en sus autos, hablando de sus casas, acciones, paseos al extranjero y llenándose la boca con su linaje y el abolengo que los caracteriza.
Quisiera, aunque fuera sólo por pocos minutos, la oportunidad de tener todo el poder y la plata de ellos. A veces, cuando era chica y veía el maltrato verbal de parte del patrón a mi papá, tenía ganas de matarlo junto a su familia y así, quedarnos con todo lo que nos corresponde por todas las gotas de sudor y sangre que dispusimos para que el terreno fuera lo que es, hoy por hoy.
Pero eso ya quedó atrás. Hoy voy viajando a Concepción, voy a entrar a la universidad a estudiar ingeniería, después de ganar las becas que necesitaba. Llevo los recuerdos de la maldita niñez y adolescencia, y prometí que nunca más pasaría por esos momentos. Prometí que haría todo lo humanamente posible para conseguir lo que quiero y no dejaría que nadie me lo impidiera... absolutamente nadie y algún día llegaré a la casa de mis papás con mucha plata y riéndome de mi pasado, como si todos esos eternos días, hubiesen sido un mal sueño.
Veo por la ventana del bus el paisaje que se aleja, un camino que se ensancha y una lágrima de nostalgia que se evapora como agua en ebullición. Las ventanas del ayer se aprestan a desaparecer y un nuevo comenzar comienza a despertar...
4 Meses Después...
Entré con éxito a mis clases. Me ha ido excelente y, aunque al principio pasé por necesidades ante el escaso dinero que tenía (ahorro de mis padres), puedo decir que estoy en mi mejor momento. Conseguí varios empleos en estos meses. Primero fui garzona, luego, atendí un ciber y ahora, gano mucho dinero en otro oficio. Un día estaba leyendo un anuncio en el diario, donde se solicitaban mujeres con bonita presencia. Fui al lugar donde me convocaban y me encontré con algo que no esperaba. Era una especie de audición para bailarinas de... un bar... bueno ya saben a qué me refiero. Al principio, se me vino a la mente los comentarios de mis padres y de la gente del campo respecto de las mujeres de "vida fácil". Yo siempre tuve mis reparos al respecto, creo que el fin justifica los medios. Pero también recordé los sueños que mi papá tenía para mí. Él soñaba con verme casada de blanco y todo ése tipo de sueños un tanto empalagosos que tienen los viejos y, todos los valores que siempre me inculcó en cuanto a descencia se refiere.
Sin embargo, mis necesidades eran mayores y mi ambición también creció, por tanto, estaba decidida a hacer lo que fuera por seguir adelante, aunque eso implique el repudio de la sociedad.
Sí, soy bailarina y... prostituta... y qué...
Continuará...